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Folleto LINFEDEMA – FECMA año 2020

Rehabilitación. Prevención del linfedema.

La rehabilitación física y psicológica es una parte muy importante del tratamiento del cáncer de mama, de tal modo que es necesario que la mujer vuelva a su actividad normal lo antes posible. Este periodo de tiempo va a depender de la extensión de la enfermedad, del tratamiento recibido y otros factores, tales como la profesión habitual y el tipo de trabajo que desarrolle la paciente.

Cuando se ha realizado linfadenectomía axilar se deben iniciar ejercicios planificados por el fisioterapeuta tan pronto como el médico considere que la mujer esté preparada, que suele ser por lo general a partir del día después de la cirugía. Estos ejercicios irán dirigidos fundamentalmente a recuperar movilidad y fuerza en el brazo y en el hombro; a reducir el dolor y la rigidez en el cuello y en la espalda, y a disminuir o a prevenir el linfedema (edema linfático).

Linfedema

El linfedema consiste en un engrosamiento de las áreas del organismo afectadas (edema), producido por una acumulación de la linfa que no puede circular, como consecuencia de un fallo en el sistema linfático.

Existen dos tipos de linfedema: primarios y secundarios. El linfedema primario tiene un origen congénito y se produce por alguna anomalía corporal (falta de vasos/ganglios linfáticos o porque éstos no funcionan correctamente). El linfedema de tipo secundario es el resultado de un bloqueo del sistema linfático, provocado por causas externas al propio sistema linfático: cirugía, radiación, infecciones, traumatismos, etc. Concretamente, por cáncer de mama y tras una linfadenectomía (extirpación de los ganglios linfáticos de la zona axilar) se puede producir un linfedema secundario en el brazo afectado (linfedema de brazo).

¿Cómo evoluciona un linfedema?

El linfedema es una patología crónica y su evolución depende de cada persona. Es una afectación que presenta diferentes grados; hay en quiénes la evolución es más rápida y en otras personas mucho más lenta. Sin embargo, pueden existir ciertos factores externos que pueden precipitar dicha evolución, como puede ser una infección.

Es posible, mediante la práctica de hábitos saludables, mantener el edema en estado estacionario o incluso lograr retrocesos a fases anteriores. Cuánto antes se detecte un linfedema será más fácil tomar las medidas adecuadas y la posibilidad de volver a un estado más leve.

¿Qué fases hay en la evolución de un linfedema?

Los estados clínicos de un linfedema se pueden definir de acuerdo con la siguiente clasificación:

  • Estadio 0 o estadio latente: el funcionamiento del sistema linfático está alterado. No obstante todavía es capaz de funcionar por los mecanismos de compensación del organismo, por lo que el edema aún no está presente (no hay linfedema), pero si puede haber algún síntoma.
  • Estadio I o linfedema reversible: el sistema linfático se sobrecarga. Aparece una inflamación suave en la zona afectada por acumulación del líquido rico en proteínas (linfa). Al presionar se deja una leve impresión digital. Se puede mejorar aplicando compresión.
  • Estadio II o linfedema espontáneamente irreversible: la hinchazón está caracterizada por la existencia de líquido rico en proteínas (linfa) acumulado en los tejidos, y se hace más visible el edema que en la fase anterior. (aparece la fibrosis y la esclerosis). Tras presionar digitalmente de forma profunda, la piel tarda de cinco a diez segundos en recuperarse.
  • Estadio III o elefantiasis: la hinchazón es extrema, presentando la parte afectada un volumen entre 1,5 y 2 veces su volumen normal. La piel está endurecida y aparecen verrugas de crecimiento, abultamientos y arrugas en los pliegues de flexión. La piel se vuelve muy vulnerable y el riesgo de que se produzca una infección en heridas es muy alto.

Síntomas y Diagnostico del linfedema

Tras una cirugía por cáncer de mama con linfadenectomía puede llegar a producirse en el brazo afectado una serie de alteraciones y/o síntomas, que comienzan con una inflamación del brazo y/o mano junto con:

  • Edema.
  • Enrojecimiento.
  • Sensación de calor, con o sin enrojecimiento.
  • Piel tensa y debilitada a la vez.
  • Sensación y dolor.
  • Pesadez.
  • Endurecimiento.
  • Hormigueo.
  • Pérdida de sensibilidad.
  • Limitación de movimiento.
  • Otros.

Para prevenir el desarrollo de un linfedema es muy aconsejable comenzar lo antes posible una serie de ejercicios, así como adoptar unas pautas de cuidados y normas de higiene (se exponen en apartados posteriores).

Es imprescindible ponerse en manos de un médico rehabilitador para que realice una evaluación, un diagnostico, la cuantificación, el seguimiento y, en el caso, el tratamiento necesario. Solicite a su cirujano u oncólogo, la derivación a dicho especialista.

Raramente el linfedema suele desarrollarse de forma brusca, por lo que detectar los primeros síntomas y comenzar precozmente un tratamiento es de vital importancia para evitar complicaciones posteriores. Sin obsesionarse, pero siempre alerta.

¿Cuándo buscar ayuda profesional? Complicaciones del linfedema.

Si bien anteriormente se recomienda imprescindible acudir a un médico rehabilitador para el control y tratamiento de linfedema, existen dos principales complicaciones que precisan una especial atención. La Erisipela y la Linfangitis son las dos principales infecciones que requieren una atención y un tratamiento de urgencia, así como la suspensión, en el caso, del tratamiento de Drenaje Linfático. Ambas infecciones se combaten con fármacos específicos.

  • Erisipela: es una infección aguda que afecta a la piel y al tejido celular subcutáneo. Puede venir producida por pequeñas heridas abiertas en la piel, por ello es muy importante lavar y desinfectar bien las heridas, prevenir pequeños cortes, así como evitar las picaduras de mosquitos u otros insectos usando repelentes.
  • Linfangitis: es una inflamación que afecta a los vasos linfáticos subcutáneos. Generalmente se produce por una infección provocada por un tipo de bacterias, los estreptococos. La puerta de entrada, al igual que en la erisipela, va a ser generalmente una herida en la piel, una ampolla infectada, etc.

Estas infecciones se manifiestan a través de un enrojecimiento de la piel, placas de color rojo edematosas y brillantes, dolor intenso en el brazo, incremento del edema y fiebre. Ante estos síntomas se debe acudir de urgencia al médico rehabilitador. Si esto no fuese posible debe presentarse inmediatamente en el servicio de urgencias, notificando siempre el diagnostico de cáncer de mama y la enfermedad de linfedema, para que confirmen o descarten ambas infecciones. Sería aconsejable, que tras un proceso de infección y una vez tratado, cuando éste desaparezca, se lleve a cabo unas sesiones de Drenaje Linfático Manual, que ayude a mejorar los daños que dicha infección haya producido. Asimismo, es importante que tras la infección, hidratar y nutrir la piel especialmente, con mayor intensidad, puesto que la piel se puede quedar notablemente o más, dañada.

Tratamientos del linfedema

La terapia más eficaz que se conoce hoy en día para el tratamiento del linfedema es la Terapia Descongestiva Compleja, basada en la aplicación y combinación de distintas formas de terapia:

  • Drenaje Linfático Manual (DLM):su función en el caso del linfedema es estimular las pulsaciones de las paredes de los vasos linfáticos con el fin de acelerar el drenaje de la linfa y tratar de buscar nuevas vías de drenaje. Es una técnica que entraña bastante dificultad y se debe realizar por fisioterapeutas especialistas en este tipo de tratamiento. Este tratamiento es la base fundamental de la terapéutica del linfedema.
  • Terapia de compresión:su función es proporcionar, desde el exterior, la presión necesaria para permitir que los fluidos circulen hacia los vasos linfáticos y las venas. Existen dos tipos: vendajes multicapas (tipos de vendas específicas) y prendas de compresión especiales (medias, manguitos,…), que se deben confeccionar a medida y serán prescritas por el médico rehabilitador.
    Estas vendas o prendas de compresión se deben llevar puestas todo el día, incluso recomiendan no prescindir de ellas durante la noche. El médico rehabilitador informará, en cada caso, de esta necesidad.
  • Medidas de prevención, higiene y cuidado de la piel:la protección de la piel es esencial ya que en el caso de las personas con linfedema, ésta pierde elasticidad y se vuelve más vulnerable a las inflamaciones y las infecciones. Debemos lavar cuidadosamente la piel. El lavado será con jabón suave, de PH neutro entorno al 5,5. También es recomendable usar de vez en cuando un exfoliante muy suave con el fin de eliminar impurezas y células muertas. Muy importante después del lavado es secarse cuidadosamente, insistiendo en aquellas zonas que tienen tendencia a quedarse húmeda, como pueden ser entre los pliegues de la piel o entre los dedos. Asimismo es especialmente importante hidratar y nutrir la piel dos o tres veces al día.
    Existen también, una serie de pautas o medidas de prevención las cuales se detallan en apartados posteriores.
  • Ejercicios miolinfoquinéticos específicos para linfedema (ejercicios respiratorios, de prevención, de hombro y de estimulación linfática):la práctica de ejercicios hace que el movimiento de los músculos estimule las paredes de los vasos linfáticos (bombeo), con lo cual funcionarán mejor.
    La práctica de ejercicios con las vendas o prendas de compresión potencia el efecto, haciendo que el líquido sea drenado desde los tejidos.
    Los ejercicios han de ser suaves, con movimientos amplios, que nunca generen sensación de fatiga, agotamiento ni dolor. Es aconsejable realizarlos diariamente en tandas de dos/tres veces al día, no más de 30 minutos.
    En apartados posteriores, se muestran los diversos tipos de ejercicios con dibujos explicativos.
    Existen también tratamientos complementarios, que nunca deben aplicarse de forma aislada.
  • Máquina de Presoterapia:es un método mecánico que facilita el movimiento del líquido contenido en el edema, a través de un aparato. Debe ser tomada como una técnica de apoyo a la Terapia Descongestiva Compleja, y nunca sustitutiva de ésta. Conjuntamente a la aplicación de la presoterapia deberán descongestionarse las zonas ganglionares correspondientes para abrir paso al flujo de la linfa, es por ello que debe ir acompañada de un drenaje linfático manual.
    La presoterapia debe ser prescrita por el médico rehabilitador, ya que en algunos casos puede no estar recomendada.
  • Farmacológicos:hasta el momento no se ha hallado un tratamiento farmacológico en el que haya unanimidad en cuanto a su eficacia. Sólo existen fármacos para el tratamiento de infecciones como la erisipela y las linfangitis, anteriormente comentadas.
  • Tratamientos quirúrgicos:cuando el linfedema es severo y provoca limitaciones importantes para el desarrollo de una vida normal cabe la posibilidad de realizar distintas técnicas quirúrgicas como son las anastomosis linfovenosas o el transplante o transposición de ganglios linfáticos a la axila, que están obteniendo en algunos casos resultados esperanzadores.

Recomendaciones y ejercicios para prevenir el linfedema

Las medidas preventivas para evitar la aparición del linfedema son fundamentales, ya que una vez que se establece el linfedema no existe un tratamiento curativo eficaz.

La prevención del linfedema debe comenzar inmediatamente tras la cirugía y requiere una serie de cuidados diarios por parte de la persona afectada, así como un seguimiento regular por parte del médico rehabilitador y el fisioterapeuta.

Cuidados y Recomendaciones para prevenir el linfedema

  1. En el trabajo y domicilio
    • Escoger los trabajos ligeros y de pequeños movimientos.
    • Realizar las tareas de casa descansando de vez en cuando.
    • En los trabajos caseros llevar guantes.
    • Evitar heridas, sobreesfuerzos, el frío y el calor excesivos.
    • Cuidado con los objetos punzantes, cuchillos, agujas, etc.
    • En la costura utilizar dedal.
    • No lavar ni fregar con agua caliente.
    • No manejar ni tocar hornos calientes sin manoplas.
    • No trasportar cestas de la compra pesadas.
    • Al planchar evitar las quemaduras. No permanecer mucho tiempo planchando.
    • Sería conveniente dejar de fumar porque la nicotina afecta a los vasos linfáticos. No debe sostener el cigarrillo encendido con la mano del brazo afectado.
  2. Cuidados cosméticos corporales y de peluquería
    • Máxima limpieza y cuidado meticuloso de la piel.
    • Hidratar y nutrir bien la piel (cuidar la piel con crema hidratante).
    • Depilarse con crema o con maquinilla eléctrica (ni cera caliente, ni cuchillas).
    • Prohibida la sauna.
    • Cuidado al cortarse las uñas. No cortarse las cutículas, para evitar heridas.
    • Proteger los hombros y los brazos de la acción del calor del casco del secador.
    • Prohibido los rayos U.V.A.
    • Cuidado con los baños de sol: evitar a toda costa las quemaduras.
    • Los baños y las duchas serán templadas.
    • Evitar, en lo posible, los cambios bruscos de temperatura.
  3. En el Vestido
    • La ropa no debe apretar ni ejercer presión. Es importante respirar libremente.
    • El sujetador que no lleve aro, a ser posible.
    • Los tirantes deben de ser anchos y no clavarse en los hombros.
    • No llevar el reloj, pulseras o anillos en el abrazo afectado.
    • No llevar el bolso en el brazo afectado. Acostumbrarse a llevarlo en bandolera.
  4. En el jardín y en el campo
    • Utilizar guantes para el cuidado de las plantas.
    • Evitar heridas (espinas, púas, tijeras,…)
    • Evitar picaduras de insectos.
  5. Evite las heridas y arañazos de animales en el brazo afectado (sobre todo los arañazos de gatos).
  6. En el Deporte
    • Evite los deportes bruscos.
    • La natación es un buen deporte (recomendado).
    • Gimnasia de mantenimiento, sin hacer ejercicios bruscos con el brazo afectado.
    • Caminar es muy saludable.
  7. En vacaciones evitar las regiones infestadas de insectos.
  8. En la Alimentación
    Se debe seguir una dieta sana y equilibrada. No hay una dieta universal para todas las personas, pero podemos proporcionar unas pautas y hábitos básicos, como son:

    • Mantener el peso adecuado, o en caso de engordar, recuperarlo mediante dieta y ejercicio.
    • Masticar bien los alimentos.
    • Realizar las comidas de forma ordenada, siempre a la misma hora.
    • Realizar 4 ó 5 comidas al día.
    • Ingerir poca sal.
    • Evitar las comidas precocinadas, embutidos y frituras.
    • Tomar mucha verdura, fruta fresca, legumbres, cereales y frutos secos.
    • Moderar el consumo de proteínas (huevos, queso,… y sobre todo carnes rojas) y de azúcares, y cuidado con las grasas saturadas (mantequilla, margarina, bollería industrial).
    • Ingerir de litro y medio a dos litros de agua al día (se tenga o no sed).
    • No tomar café ni alcohol.
  9. En la práctica sanitaria
    • NO debe extraerse sangre del lado operado.
    • NO permita que le midan la presión arterial en el lado operado.
    • NO se deje poner inyecciones ni vacunas en el lado operado.
    • Cuidado con los masajes no especializados y sin indicación médica.
    • La acupuntura no está permitida en el brazo afectado.
    • Consulte a su médico si el brazo se enrojece, se calienta o aparecen erupciones cutáneas.

Ejercicios postquirúrgicos para prevenir el linfedema

Inmediatamente tras la intervención quirúrgica, el fisioterapeuta debe iniciar un programa de ejercicios respiratorios y de movilidad del brazo afectado. Progresivamente, se irán introduciendo un mayor número de movimientos. Dichos ejercicios pueden ser también de utilidad ya que movilizan la cicatriz (evitando que se adhiera a la piel, músculo,…).

  • Todos los ejercicios se realizarán con la mayor relajación posible.
  • Deben ser ejercicios pausados y con amplitud.
  • Se ha de evitar el cansancio muscular.
  • Es recomendable que se realicen los ejercicios con los dos brazos, aunque uno de ellos no está afectado.
  • Deberán de realizarse diariamente (dos o tres veces al día).
  • Los ejercicios no han de provocar dolor.
  • Reposar el brazo en alto, apoyado en el brazo del sofá o sillón sobre un cojín.

A continuación, se muestran, con dibujos explicativos, los diversos ejercicios, siendo de varios tipos:

  • Ejercicios respiratorios.
  • Ejercicios de hombro.
  • Ejercicios para el flujo linfático.
  • Ejercicios para la prevención de linfedema.
  • Autodrenaje linfático.

Referencias Bibliográficas y agradecimientos:

La información ofrecida se ha obtenido de diferentes fuentes, siendo las principales:

  • Folletos informativos de la Asociación de Afectados de Linfedemas primarios y secundarios, ADELPRISE.
    • Dossier: ¿Qué saber acerca del Linfedema?
    • Personas con Linfedema y sus familias: Guía Psicológica.
  • Folleto informativo de la Asociación Galega de Linfedema, AGL, «Enfermedad de Linfedema: su diagnóstico, su tratamiento».
  • Folleto informativo de la Asociación Canaria de Cáncer de Mama y Ginecológico, ACCM, «Linfedema: prevención y tratamiento».
  • Folleto informativo de la Unidad de Linfedema del Servicio de Rehabilitación del Hospital Virgen del Camino, «Normas y recomendaciones para prevenir el Linfedema en mujeres operadas de mama».

Direcciones de interés sobre Linfedemas:

Asociaciones de Afectados por Linfedemas:

Información en inglés (EEUU) sobre linfedema

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